Las
ciencias sociales suelen ser especialistas cuando se trata de detectar
discriminaciones grupales.
Así no es de sorprender que en la Facultad de Ciencias Sociales de la
Universitat de València exista una larga tradición de organización o
colaboración en la denuncia del racismo, sexismo y otras formas de exclusión
social. No obstante, los responsables de la facultad parecen
ciegos cuando se trata del antisemitismo. Así lo muestra una exposición con
tintes antisemitas que tiene lugar actualmente en el hall de la Facultad de
Ciencias Sociales de la Universitat de València y que se mantiene a pesar de
haber sido advertido de su carácter antisemita. La exposición con el título
PAZLESTINA autorizado por el Vicedecanato de Cultura, Participación e Igualdad
muestra 28 imágenes con textos (tanto poemas como prosa).
Crítica
Podemos decir que es lamentable que la exposición esté
totalmente sesgada, mostrando exclusivamente a los palestinos como víctimas y a
los israelís como agresores. Podemos criticar que la exposición es incoherente,
callándose frente a las injusticias, barbaridades y opresiones internas de los
propios palestinos. Justamente cuando en la facultad se celebra el mes de la
igualdad de género no hay ni una palabra sobre la política retrógrada de Hamás frente
a las mujeres palestinas. Y podemos reprochar el uso reiterado de lemas que
encuentran aplauso, incluso por parte de los antisemitas mortales de Hamás,
como es el lema de Free Palestine,
explicado por mí en otra entrada en este blog. No obstante, nadie está obligado a formular su crítica de forma equilibrada,
coherente y clara. Hasta aquí se puede pensar que se trata de una exposición
lamentable y criticable pero sólo una más entre otras muchas.
Antisemitismo
No obstante, la exposición cruza la frontera del antisemitismo cuando compara en imágenes a
Israel o directamente al judaísmo con el nacionalsocialismo. En las dos fotos
se puede ver la equiparación de la
estrella de David con la esvástica y una cara de Hitler sobre un código de
barras de productos Israelís, llamando a su boicot y denominando “bestias” a
los Israelís:
En otra entrada argumenté porqué la comparación con
el nacionalsocialismo está considerada antisemitismo. En resumen: Primero se
trata de una exageración y demonización de la política de Israel; segundo, la
comparación entre nazis e israelís presenta una banalización y trivialización
del daño causado a los judíos durante el Tercer Reich; y tercero estamos ante un intento de robo de la historia. Escribí
en su momento: “Esta estrategia de quitar a los judíos su estatus de
principales víctimas del Holocausto debería ser obvia.” Lamentablemente no es
así como se puede ver estos días en la exposición de la Universitat de València.
Parece que el estudio del antisemitismo
moderno todavía es una asignatura pendiente en la Facultad de Ciencias Sociales.
Para aprender quizá sirvan las siguientes definiciones
de organismos y expertos dedicados al
tema. Así, una definición de antisemitismo, ampliamente compartida entre los
que hoy en día estudian el tema, nace en 2005 como definición de trabajo del European Monitoring
Center on Racism and Xenophobia (EUMC),
que ahora es la European Union Agency for
Fundamental Rights (FRA). Esta definición es utilizada también por otras
organizaciones como la OSCE, el European Forum on Antisemitism o, en España, el Observatorio del Antisemitismo en
España.
En ella podemos
leer claramente:
"Ejemplos de las formas en que el antisemitismo
se manifiesta en relación al Estado de Israel son:
[...]
- Realizar comparaciones entre la política israelí
actual y la de los nazis."
La definición es clara e inequívoca. Pero mientras
reine la definición de todos los antisemitas de que “lo que es antisemitismo lo
decido yo” habrá impunidad e indiferencia frente a la hostilidad. Impunidad e
indiferencia que emiten la señal de que esta forma de criticar a Israel es aceptable. Espero que algún día la
preocupación por el antisemitismo cobre la misma importancia en los planes de
formación y en la propia dedicación intelectual que otras formas de
discriminación grupales. De momento la lucha contra el antisemitismo parece
tarea pendiente.