A primera vista, la kufiyya,
mejor conocido como pañuelo palestino, parece un simple accesorio de moda.
Resulta llamativo que se encuentre sobre todo en ámbitos “alternativos” o “de
izquierdas” pero también es llevado por gente que se definiría como apolítica.
Quizás muchas de estas personas saben poco sobre el significado de esta prenda
milenaria. En esta entrada se explicará la historia de éxito del pañuelo
palestino, y también se expondrá porqué este accesorio no sólo lo encontramos en
la izquierda, sino también en la extrema derecha y en el radicalismo
islámico.
El radicalismo islámico y su cercanía al nacionalsocialismo |
Nazis en Dresden (Alemania) con pañuelo palestino |
Durante miles de años se llevó la
kufiyya en Oriente Medio y Arabia como pañuelo con el que los hombres protegían
su cabeza tanto del frio como del sol. Cobró importancia política en 1938 cuando
el gran mufti de Jerusalén, Muhammad Amin al-Husayni, amigo, aliado y colaborador del Tercer Reich obligó a todos
los hombres a llevar la kufiyya. Las personas que no se quisieron someter a esta obligación, insistiendo en un
estilo de moda más occidental fueron torturadas o asesinadas. Para al-Husayni y
sus aliados, los hermanos musulmanes la kufiyya servía, al mismo tiempo, para
homogenizar a la población y como arma de lucha contra la modernidad cultural y
su “individualismo”.
En Europa el pañuelo se fue
viendo,cada vez más, a partir de finales de los sesenta, en torno a la lucha
contra la guerra de Vietnam, la solidaridad con el pueblo kurdo y sobre todo en
los movimientos de solidaridad con palestina. Yasir Arafat, el líder palestino
a partir de los años 60, convirtió el pañuelo en su imagen de marca. Desde
entonces es conocido en Europa, sobre todo, como pañuelo palestino.
Y desde entonces, al menos en Palestina,
el pañuelo cumple la misma función que en los años 30:
Por un lado,
es señal de protesta contra la modernidad occidental que se identifica, esta
vez menos con Gran Bretaña, y más con EE.UU. e Israel. En una entrevista de 1980
Arafat describió, de forma univoca, su posición hacia el Estado judío: “¡No!
¡No queremos la paz! Queremos la guerra, la victoria. La paz, para nosotros,
significa la destrucción de Israel y no otra cosa […] Lucharemos hasta la
victoria. Durante decenas de años, si es necesario. Durante generaciones.”
Hasta hoy, esta lucha incluye ataques explícitos a la población judía.
Por otro lado,
el pañuelo palestino también sirve para la homogeneización la población, una
homogeneización que se emprende con fervor en los territorios palestinos. Así
por ejemplo, durante la primera intifada murieron más palestinos por parte de
otros palestinos que por parte del ejército Israelí. No sólo se asesinaron
verdaderos o supuestos colaboradores con Israel sino también a cientos de
personas por “faltas morales” contra el imperativo homogeneizador (consumo de
drogas, prostitución, etc.). Quien intente celebrar hoy en día en los
territorios palestinos el día del orgullo gay comprenderá la violencia que
todavía se halla en esta ideología homogeneizadora de la que el pañuelo
palestino es una expresión simbólica.
El pañuelo palestino no es una
prenda apolítica. Tiene su historia antiliberal y antisemita. Por ello lo
llevan los nazis y por ello lo llevan los islamistas radicales. Quien ignore
estos hechos es exactamente esto: un ignorante. Si bien es cierto que la
kufiyya es mucho más antigua que el nacionalismo y el antisemitismo aquí
descritos, no es menos cierto que tampoco nos pondríamos una camisa con la
esvástica argumentando que es un símbolo utilizado desde hace miles de años, mucho
antes de la aparición del nacionalsocialismo.
Por ello, si todavía tenéis un
pañuelo palestino en casa, mejor utilizarlo como trapo para fregar. Por lo
menos le sacareis una utilidad decente!